Estudiar no tiene edad.

Puede pasar que desde pequeños no tengamos muy clara nuestra vocación, pero, a medida que avanzamos en nuestros estudios, y después de dar algunos tumbos, nos acabe llamando la atención una de las ramas y acabemos estudiando lo que más nos gusta, consiguiendo así un empleo relacionado a lo que deseamos o, incluso, emprendiendo con nuestro propio negocio y nuestra propia marca.

Por otro lado, también puede pasar que desde pequeños tengamos claro a qué nos queremos dedicar, invirtamos toda nuestra juventud en cursos, carreras y títulos, formándonos con la intención de acabar desarrollando la profesión que estamos buscando y, después de años, lo acabemos consiguiendo. Esto es lo ideal, ¿a que sí? Pues esto puede no acabar muy bien y darnos cuenta de que no es lo que nos hace realmente felices, ya sea porque lo hayamos idealizado o porque no sea lo que queremos de corazón en nuestra vida.

Cuando esto ocurre, suele ser en un rango de edad, más o menos mayor, en el que nos sentimos realmente perdidos, ya sea porque ya no nos cogen en ninguna otra empresa porque solo buscan a jóvenes recién salidos de la facultad, o porque pensamos que ya es demasiado tarde para estudiar y dedicar nuestro tiempo a lo que de verdad nos hace felices. Pues si este es tu caso, vengo a decirte que esto no es así, porque como bien dice el título de este artículo, no hay edad para estudiar lo que queramos.

¿Por qué hay jóvenes que acaban estudiando algo distinto a lo que realmente quieren?

Los jóvenes pueden tener dificultades para elegir los estudios que realmente desean por una variedad de razones:

  • Presión externa: a menudo, los jóvenes pueden sentirse presionados por sus padres, maestros u otras figuras de autoridad para seguir una carrera específica que no necesariamente coincide con sus propios intereses o habilidades.
  • Falta de información: la falta de información sobre las opciones educativas disponibles y sus perspectivas laborales puede llevar a los jóvenes a tomar decisiones basadas en suposiciones o estereotipos en lugar de en una comprensión completa de sus propios intereses y habilidades.
  • Incertidumbre sobre el futuro: algunos jóvenes pueden sentirse abrumados por la incertidumbre sobre qué carrera seguir y cómo afectará esa elección su futuro. Esta incertidumbre puede llevar a la indecisión o a elegir una opción «segura» en lugar de seguir sus verdaderos intereses.
  • Falta de autoconocimiento: muchos jóvenes pueden no tener una comprensión clara de sus propios intereses, habilidades y valores, lo que dificulta la identificación de una carrera que realmente los motive y los satisfaga.
  • Miedo al fracaso: el miedo al fracaso o a no estar a la altura de las expectativas puede hacer que los jóvenes elijan estudios que perciben como más seguros o menos complicados, en lugar de perseguir sus verdaderos intereses y pasiones.
  • Influencia de compañeros: la influencia de amigos o compañeros puede llevar a los jóvenes a escoger estudios que están de moda o que sus amigos están eligiendo, siguiendo así ideas opuestas a las suyas.
  • Falta de apoyo: la falta de apoyo emocional o de orientación por parte de familiares, maestros u orientadores vocacionales puede dificultar que los jóvenes tomen decisiones informadas y auténticas sobre su futuro educativo y profesional.

Para ayudar a los jóvenes a elegir los estudios que realmente desean, es importante proporcionarles información y apoyo adecuados, incitarles al autoconocimiento para que descubran sus intereses, y alentarlos a tomar decisiones basadas en sus propias pasiones y habilidades, en lugar de en expectativas externas o presiones sociales. Debemos recordarles en cada momento que su futuro es solo suyo y que no depende de las elecciones de nadie más.

Si tienes entre 25 y 45 años:

Se supone que lo normal es que, a los 25 años, uno ya ha terminado sus estudios y comienza a trabajar (dependiendo de la duración de sus estudios, claro está), pero en el caso contrario nadie debe preocuparse, ya que las personas de entre 25 y 45 años tienen una amplia variedad de opciones de estudio disponibles, aunque no tengan ninguna titulación:

  • Pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25 años: muchas universidades ofrecen pruebas de acceso específicas para personas mayores de 25 años que no poseen titulación académica. Si superan estas pruebas, pueden acceder a estudios universitarios.
  • Educación secundaria para adultos: aquellos que no hayan completado la educación secundaria obligatoria (ESO) pueden inscribirse en programas de educación secundaria para adultos, que les permitirán obtener la titulación necesaria para acceder a la universidad u otras opciones educativas.
  • Formación profesional: los programas de formación profesional ofrecen una alternativa viable para adquirir habilidades prácticas y técnicas en una variedad de campos, y pueden ser una opción atractiva para aquellos que buscan ingresar al mercado laboral de manera rápida y efectiva.
  • Pruebas de acceso a ciclos formativos de grado medio o superior: aquellos que deseen acceder a ciclos formativos de grado medio o superior sin titulación pueden presentarse a las pruebas de acceso correspondientes, que les permitirán formar parte de estos programas de formación profesional.
  • Programas de preparación para pruebas de acceso: existen programas de preparación específicos diseñados para ayudar a los adultos a prepararse para las pruebas de acceso a la universidad, los ciclos formativos o la obtención de la ESO, dándoles el apoyo y los recursos necesarios para tener éxito en estos exámenes.
  • Cursos de formación ocupacional: los cursos de formación ocupacional ofrecen formación específica en habilidades laborales demandadas en el mercado, y pueden ser una opción para aquellos que deseen adquirir experiencia y habilidades prácticas en un área específica.
  • Educación a distancia: la educación a distancia puede ser una opción conveniente para aquellos que deseen estudiar a su propio ritmo y desde casa. Existen numerosos programas online que cubren una amplia gama de temas y niveles educativos.
  • Estudios de idiomas: muchos adultos optan por estudiar idiomas extranjeros para mejorar sus perspectivas laborales, ampliar sus horizontes culturales o prepararse para oportunidades internacionales.

Si tienes más de 45 años:

Para los mayores de 45 años, nos podemos encontrar con casos de personas que por necesidad hayan trabajado desde muy jóvenes y, por tanto, no posean estudios, y también con aquellos que deseen ampliar sus horizontes y explorar nuevas áreas de estudio y formación que les permitan seguir aprendiendo, adquirir nuevas habilidades y avanzar en sus carreras. Algunas de estas opciones son las siguientes:

  • Pruebas de acceso a la universidad para mayores de 45 años: como nos informan desde el Centro Universitario San Bernardo, al igual que para aquellos de edades más jóvenes, muchas universidades ofrecen pruebas de acceso específicas para personas mayores de 45 años que posean o no titulación académica. Estas pruebas están diseñadas para evaluar la madurez y la capacidad de los candidatos para cursar estudios universitarios.
  • Educación secundaria para adultos: los programas de educación secundaria para adultos también están disponibles para personas mayores de 45 años que deseen obtener la titulación de educación secundaria obligatoria. Esto les permitirá acceder a una variedad de opciones educativas y laborales.
  • Formación profesional: los programas de formación profesional ofrecen una amplia gama de opciones para adquirir habilidades prácticas y técnicas en diversas áreas, como la informática, la hostelería (rama laboral en la que sobre todo lo que más se valora es la experiencia sobre otras aptitudes), la atención sanitaria, la construcción, entre otros. Estos programas pueden ser una excelente opción para aquellos que buscan una formación específica y orientada al empleo.
  • Pruebas de acceso a ciclos formativos de grado medio o superior: al igual que para aquellos de edades más jóvenes, los mayores de 45 años pueden presentarse a las pruebas de acceso correspondientes para acceder a ciclos formativos de grado medio o superior en áreas específicas de interés.
  • Programas de formación ocupacional y cursos especializados: existen numerosos programas de formación ocupacional y cursos especializados diseñados para adultos que deseen adquirir habilidades específicas para el empleo en sectores como la administración, la atención al cliente o la gestión empresarial, entre otros.
  • Educación a distancia: al igual que como hemos visto para aquellos de entre 25 y 45 años, para los que superan este rango de edad también hay una amplia variedad de programas online disponibles en diferentes niveles educativos y áreas de estudio. Algunos son impartidos por organismos como el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), con lo que podemos tener esa tranquilidad de que están anunciados y titulados por el Estado y, además, con ellos se puede conseguir acceso al empleo.
  • Programas de reinserción laboral: algunas organizaciones y agencias gubernamentales ofrecen programas específicos de reinserción laboral para adultos mayores de 45 años, que incluyen formación, asesoramiento y apoyo para facilitar la transición al mercado laboral.

Nunca es tarde para perseguir tus sueños y construir el futuro que deseas. No importa tu edad ni tu situación actual, cada paso que das hacia la educación y el aprendizaje es un paso hacia un futuro más brillante y lleno de oportunidades. Recuerda que cada nuevo conocimiento adquirido te acerca un paso más hacia tus metas y aspiraciones. Tú tienes el poder de escribir tu propia historia y marcar el rumbo de tu vida. Sigue adelante con determinación, valentía y optimismo, porque el camino del aprendizaje es el camino hacia el éxito y la realización personal. ¡Mucho ánimo!

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