Es una de las promesas que más se realizan a principios de año. Creo que la primera es la de apuntarse al gimnasio, (otra cosa es ir), luego la de aprendes idiomas (que no se llega ni a consumar) y en tercer lugar, la de dejar de fumar. Y la verdad es que es una cosa que se debería tomar más en serio, porque nos estamos jugando mucho. Otros también se lo autoimponen como una fórmula para poder ahorrar. Van metiendo en una hucha todo lo que se habrían gastado y luego con eso se van de vacaciones.
Pues bien, es una buena fórmula, pero lo primero que tendríamos que mirar es por nuestra salud. Y el no fumar es lo mejor que podemos hacer. Ahora bien, los que somos (o hemos sido) fumadores sabemos que esto no es tan fácil como meter euros en una hucha. Es algo más. Y es que el tabaco lleva dentro unas sustancias que nos hacen ser adictos. Ahora bien, sí que os digo que si se quiere, se puede salir de esta…con perdón…mierda. Para ello te tienes que dejar asesorar por profesionales que saben de esto, por ejemplo los de la Asociación Española Contra el Cáncer.
Lo que sí os quiero contar es una serie de consejos o trucos, por llamarlos de alguna manera, que pueden venir muy bien. Cada persona y cada cuerpo son diferentes, pero es cierto que conozco gente que simplemente con decir “lo dejo” les ha servido. Otros en cambio, están tan enganchados, que han necesito ponerse en manos de profesionales.
Primero tenemos que partir de la premisa que dejar de fumar puede ser un desafío, pero con determinación y perseverancia, es posible lograrlo. Aquí tienes algunos consejos y trucos para ayudarte a dejar de fumar. Esperemos que te sirven de ayuda, aunque como te decimos, cada persona es un mundo y es ella la que sabe dónde puede tener sus límites.
Establece una fecha para dejar de fumar y comprometerte a cumplirla. Haz un plan detallado de cómo vas a dejar de fumar y qué estrategias vas a utilizar. Esto es cierto que es para las personas que tienen más fuerza de voluntad.
Identifica las situaciones que te incitan a fumar, como el estrés, el aburrimiento o la presión social, y busca formas alternativas de afrontar esas situaciones sin recurrir al cigarrillo. Para esto hay que tener las ideas claras y saber perfectamente lo que puede hacer suplir todo lo que nos ofrece el tabaco.
Busca apoyo y motivación de tus amigos, familiares o grupos de apoyo para dejar de fumar. Compartir tu experiencia con otros que están pasando por lo mismo puede ser de gran ayuda. Sí, como en las películas, “hola me llamo Mariano y soy exfumador”. Así se aprende y se identifican mejor los retos.
Elimina todos los objetos relacionados con el tabaco de tu entorno
Como cigarrillos, ceniceros y encendedores. Mantén ocupadas tus manos y tu boca con chicles, caramelos sin azúcar o palitos de zanahoria. Todo esto nos puede venir bien, pero lo tenemos que acompañar manteniendo una vida activa y saludable para reducir los síntomas de abstinencia y mejorar tu estado de ánimo. Practica ejercicio regularmente, come de forma saludable y duerme lo suficiente.
Otras técnicas
Utiliza técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda o el yoga para controlar el estrés y la ansiedad asociados con dejar de fumar. Considera utilizar terapias alternativas como la acupuntura o la hipnosis para ayudarte a dejar de fumar. En mi caso yo recuerdo que me apoyé en una profesional sanitaria. Acudía todas las semanas a la Farmacia El Ancla en Huelva donde sus amables empleados pusieron en marcha un servicio de deshabituación tabáquica. Y la verdad es que fue muy efectivo. Después de una fase de test y de preguntas, en cuanto a los posibles métodos para abandonar el tabaco, es importante detallar al usuario todas las opciones que están a su disposición. En este sentido, cabe destacar que la base del tratamiento es diferente, y el paciente tiene que buscar herramientas para lidiar con los efectos derivados de la abstinencia, como el nerviosismo o la ansiedad. Pero la verdad es que merece la pena.
Pues estos son algunos consejos para dejar de fumar, pero recuerda que dejar de hacerlo es un proceso gradual y puede llevar tiempo. Si recaes, no te desanimes y vuelve a intentarlo. Lo importante es mantenerte firme en tu decisión de dejar de fumar y no rendirte. ¡Tú puedes lograrlo! Te lo digo de corazón y con la experiencia de poder decir que ya soy un ex fumador. Y sí, además la hucha la tengo llena y me voy a ir de vacaciones a París con el dinero de lo no fumado.